miércoles, 20 de enero de 2010

De pájaros cantores


¿Cuál es la explicación del impulso aparentemente insensato del hombre a ser pintor o poeta si no es un acto de desafío contra la caída del hombre y una declaración de que vuelve al jardín del Edén? Porque los artistas son los primeros hombres antes de perder su inocencia…Barnett Newman

Afirmaba un conocido pintor de vanguardia que la creación artística es a la estética lo que el canto de los pájaros a la ornitología.
Es un epigrama divertido pero rotundamente falso.
Les ocurre, en mi opinión, a la mayoría de las vanguardias contemporáneas lo contrario que a los pájaros cantores. El canto final del pájaro no tiene nada de espontáneo o genial al margen del concepto estético sino precisamente al revés.
Primero, se escriben un par de tomos inextricables repletos de supuestos estéticos sobre, por ejemplo, el expresionismo abstracto (cuyos más conocidos representantes son Jackson Pollock o Barnett Newman)y después se plasman tales principios en pinturas aparentemente planas.
Es interesante, para ilustrar esta idea, la serie de cuadros zip del propio de Newman (tomados de internet).
En todos, unas bandas estrechas de color atraviesan verticalmente el cuadro (a veces las realiza con pintura y otras con una cinta adhesiva sobrepintada). A estas bandas Newman las denomina zip (cierre de cremallera). Dividen el cuadro en dos mitades al tiempo que las unen como una cremallera: “un campo que lleva la vida a otros campos, lo mismo que estos le llevan a esta línea” y abre, como los juicios indefinidos kantianos, un espacio estético de infinitas posibilidades.
Por otra parte, este esfuerzo de la imaginación conduce, según el pintor, a una nueva existencia individual y a una renuncia consciente “a cualquier relación con la naturaleza vista”. La obra, afirma, cobra una existencia independiente y una vida propia.
La importancia de este descubrimiento plástico (la necesidad de abrir y cerrar cremalleras, valga el símil erótico-estético), le llevó a desplegar durante 1949 una actividad tan febril que creó diecisiete obras en pocos meses sobre el mismo principio compositivo.
Según las reflexiones estéticas del autor, la consecuencia de su descubrimiento pictórico (se aconseja ver algunos cuadros) tiene un doble significado:
- Metafísico: el hallazgo del zip constituye la expresión pictórica “del problema metafísico de la parte y el todo” (¿Cuál es exactamente ese problema?).
- Antropológico: la finitud del hombre consiste en que está aislado de la realidad (¿el en sí sartriano, la nausea?), “solo y solitario, aunque pertenecer a algo, sea parte de otra cosa” (decididamente ininteligible).

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